El grupo CAD IT cuenta entre sus políticas con el respeto y la protección del medio ambiente y desde hace años ha implementado, dentro del modelo organizativo y de gestión, las disposiciones del Decreto Legislativo n. 231, de 08 de junio de 2001, una sección dedicada a la prevención de delitos medioambientales y a la identificación de las áreas de riesgo.
Por esta razón, se han adoptado procedimientos y principios generales que rigen la estructura, los procesos de la compañía y el comportamiento del personal.
El impacto ambiental del grupo CAD IT se manifiesta, principalmente, de las dos maneras siguientes:
Teniendo en cuenta el tipo de actividad realizada por CAD IT y sus filiales, el impacto sobre el medio ambiente se debe principalmente al consumo de energía para el mantenimiento de las condiciones ambientales de los locales de las sedes operativas y, para el funcionamiento del sistema informático.
La sede principal del grupo es la de Verona, que absorbe alrededor del 85% del consumo total registrado. El edificio construido en 2000-2002, sin barreras arquitectónicas, consta de tres plantas por encima del suelo, con un total de aproximadamente 6.800 metros cuadrados, así como de dos plantas subterráneas utilizadas principalmente como garaje.
Los principales elementos de consumo de energía hacen referencia a los sistemas de refrigeración y calefacción de los ambientes utilizados por el personal que trabaja en las oficinas de las sedes propias o en los locales alquilados del grupo.
Dichos consumos que tienen un impacto sobre el medio ambiente, son comparables con los de los servicios urbanos para uso doméstico y, corresponden, específicamente, al uso, mediante la compra a operadores locales, de electricidad, gas metano y agua potable.
Los residuos generados por el uso de las estructuras productivas consisten en la producción de residuos sólidos urbanos y de material electrónico averiado u obsoleto (mínimamente peligroso).
Para los primeros, al ser comparables con los residuos urbanos ordinarios, el grupo efectúa la recogida selectiva (seco, no reciclable, húmedo, papel, plástico, vidrio, etc.) y su eliminación se realiza directamente mediante la recogida urbana por parte de la organizaciones municipales.
El material electrónico y peligroso (este último constituido principalmente por videoterminales de tubo de rayos catódicos y lámparas de neón gastadas) se entrega, en cambio, a empresas locales certificadas y especializadas para su correcta eliminación.