Las LSerFi y LIsFi son nuevas leyes federales suizas que regulan por primera vez de manera orgánica, la prestación transfronteriza de servicios financieros por parte de proveedores italianos y la creación de instrumentos financieros por parte de productores italianos destinados a clientes en Suiza.

Los proveedores de servicios financieros suizos e italianos que entran en el ámbito de aplicación de las LSerFi deben cumplir con una serie de obligaciones, como las de información, clasificación de los clientes, adecuación, conveniencia y documentación. Los proveedores de dichos servicios financieros deben cumplir, además, con obligaciones de organización como, por ejemplo, reglas para evitar conflictos de intereses y, en materia de retrocesiones.

Los nuevos delegados italianos para la producción de instrumentos financieros destinados a la distribución en el mercado suizo están sujetos, a su vez, con la nueva normativa, a una serie de obligaciones. En el momento de la oferta pública de valores mobiliarios, es esencialmente obligatorio elaborar un prospecto que debe ser verificado o reconocido por un organismo de supervisión.

La distribución de instrumentos financieros a clientes privados está sujeta a la obligación de redactar una hoja informativa. También la creación de productos estructurados está sujeta a una serie de reglas. En otras palabras, la LIsFi establece reglas de supervisión diferenciadas para las entidades financieras (gestores de activos y trustees, gestores de activos colectivos, gestores de fondos y sociedades de corretaje de valores). La novedad predominante es que los gestores que administran valores patrimoniales por cuenta de clientes individuales, fondos de pensiones o, trustees, estarán sujetos a la autorización de la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (FINMA).

Esta se remitirá a un organismo de supervisión acreditado. Por su parte, la LSerFi establece reglas para todos los proveedores de servicios financieros con respecto, tanto a la prestación de estos servicios como a la oferta de instrumentos financieros y, simplifica a los clientes el ejercicio de sus derechos.

Al centro de estas disposiciones figuran, en particular, las obligaciones de informar a los clientes y recopilar información sobre estos últimos, así como, prescripciones uniformes en relación al prospecto para todos los valores mobiliarios ofrecidos al público o negociados en una plataforma de trading. La LSerFi obliga también, a los proveedores de servicios financieros, a publicar documentación sintética de los instrumentos financieros ofrecidos a clientes privados.
LSerFi y LIsFi entraron en vigor el 1 de enero de 2020 con un período transitorio de dos años, al mismo tiempo que las ordenanzas de aplicación adoptadas por el Consejo Federal.

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